Memorias de mi suegro:
Era un día de fiesta patronal en Yungay cuando empezó el temblor. Toda la gente se fue a la plaza y allí sorprendió a todos una catástrofe.
Enormes bloques de hielo de la cordillera del Huascarán cayeron a la laguna Parón. Esta rebalso el agua y abrió una grieta y en el curso de las aguas se llevo piedras, árboles y todo se quedo atascado en una quebrada cerca al río Santa. Esto bloqueó el curso y por eso cambió de rumbo todo el alubia y se fue así el pueblo. El pueblo estaba rodeado de cerros y el aluvión tapo toda la ciudad y a todas las personas, animales , y otros. Sólo quedaron parados dos arboles, Palmeras, que estaban en el centro de la plaza. Como una ironía, todo desapareció solo las dos palmeras quedaron.
sábado, 4 de octubre de 2014
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